las maneras de ser güevón: 1) cobardía
En la vida real nunca digo groserías. Ni hablo articuladamente. Pero bueno... la escritura permite hacer a un lado las propias taras, por lo menos mientras se escribe. He pensado en esta serie de posts como un grupo de confesiones. Nada de drama ni de exaltaciones agustinianas. Simplemente intento replicar una idea de Dan Harmon sobre la utilidad de ser transparente (una especie de terapia para lidiar con todas las cagadas que uno hace). Lo primero de lo que quería hablar es sobre la cobardía (bueno... de mí cobardía). 38 años. Encerrado en un baño a la medianoche. Dos bolivianos borrachos golpean a la puerta del baño molestos porque los he echado a la calle. Decido no enfrentarlos y esperar. Después de un rato llega mi compañera de apartamento y los borrachos amablemente le hacen caso y se van. Al final no pasó nada. O lo único que pasó fue que durante el encierro tuve tiempo de sentirme cobarde y pensar un poco en el miedo hacia las agresiones físicas. La excusa con la qu...